Anónimo...

De las pocas firmas que me dejan una me interesó lo suficiente como para escribir en este momento, la de un tal “anónimo”.

Desde hace un tiempo aparece el spam en los blogs y ese tal anónimo puteó a uno de los que colocó dicho spam…

Ahora yo me pregunto. ¿Qué necesidad de colocarse como anónimo? ¿Qué gracia tiene decir algo, sobretodo un insulto, y esconderse? A veces me pregunto cual es la razón de ocultarse. ¿Para qué? ¿Para quedar bien? Quizás. Creo yo que lo hacen para que no conozcan su verdadera forma de ser, para que no conozcan su lado malo por así decirlo, para que los tengan como buenas personas…

En una época también lo hacía, pero te das cuenta que no tiene gracia decir algo y no afirmarlo, porque terminás como ocultándote de vos mismo. Porque no sos como querés ser sino como ellos quieren que seas. ¿Y por qué ellos deciden sobre vos? ¿Acaso estarán en condiciones como para obligarte a ser como ellos creen que deberías ser? No lo creo.

Si tenés algo que decir, decilo con confianza, no dudés. Que no se escape esa oportunidad porque quien sabe lo que pase luego.

Si saltás diciéndolo como “anónimo” quiere decir que no te dan los huevos para bancarte lo que sigue, porque estás ocultándote al atacar… ¿Qué sentido tiene?

Es casi lo mismo que cuando te están haciendo algo que no te gusta y te quedás callado. ¿No te parece de bastante pelotudo eso? Si vos ves que te están metiendo el dedo en el culo, reaccioná loco… ¡REACCIONÁ!

Y si te equivocás tomalo como lección y volvé a comenzar, no te quedés con nada adentro.

Bueno, chau.