El consejero

Te desvaneces y pierdes la cabeza, también tu alrededor.

Lo que quieres olvidar es lo que ven tus ojos.

Lo que estás cargando simplemente no existe.

Las raíces se notan cada vez más.

Esperando que vuelva aquello que alguna vez fue.

Solitario avanzas entre la multitud desvanecida.




Cuando el consejero toca una gran melodía.

Deja pasar la luz y cambia el aire pronto, libérate.

Puedes alcanzar el agua, solo un poco más.

Sigue buscando, sabes que no está lejos.

No falta mucho para ver la luz, no desesperes.

Limpia el camino y recórrelo con libertad, tranquilízate.

La basura siempre estará, no dejes que se amontone.

No esperes a la orilla del camino, comienza a andar.




Tienes el mundo a tus pies y sabes…




…que todo toma color en el final.