lunes, 2 de junio de 2008

Relax...

Y termina la noche de fiesta, a pesar de que querés irte a la cama rápidamente, sabés muy bien que esto no es posible ya que tenés que ir a hacer tus obligaciones como trabajador en pocas horas. Pero, como tenés unas horas te vas a descansar.

En el momento en que comienza a sonar el despertador, bendito despertador, en donde comienzan a surgir esos pensamientos de por qué carajo el tiempo pasa tan rápidamente y cada segundo es una putiada a la nada… Salís rápidamente a cumplir tus obligaciones. El problema no está aquí, ya que uno se lo busca al salir la noche anterior pero… mientras uno está haciendo el deber le suena el celular. Es un cliente diciendo que el trabajo que hace 10 días estaba perfecto en estos momentos está funcionando mal y diciendo que nosotros, mi socio y yo, somos los culpables de todo.

Claro, dejás funcionando perfectamente todo y luego de casi 10 días comienza a funcionar mal y es culpa nuestra. No solo es eso el problema, sino también a la hora en la que llama exigiendo con urgencia la solución de dicho problema.

Luego de colgar mi cabeza comenzó a carburar a dos motores sobre muchas cosas, una de las principales fue la siguiente:

Hay muchas clases de personas, algunos con más poderes que otros. Sin embargo, nunca piensan en los demás. Exigen como si les correspondiera, como si ellos solamente tuvieran problemas y necesitan de urgencia la solución, quejándose como si alguien quisieras hacerle el mal y colocarle problemas para que se vuelvan locos.

Si bien tenemos distintos puntos de vista y podemos decir que el problema era de suma urgencia, no se puede solucionar en el tiempo que quieren imponer. Es ahí cuando se molestan.

Sabemos que con tiempo las cosas llegan, no soy una persona que se siente a esperar que las cosas sucedan solas, pero si presionamos para que suceda antes de lo debido, no obtendremos el mismo resultado y es probable que no sea satisfactorio.

Cuando uno quiere conseguir de verdad algo, con el corazón, lo consigue. Pero más allá de conseguirlo, lo importante, son todas las etapas sentimentales que ocurrieron dentro tuyo antes de lograr el objetivo principal.

En fin, somos seres humanos, está en nuestra sangre equivocarnos.

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