domingo, 6 de abril de 2008

Momento

En ese momento descubrió en donde se encontraba, se veía a sí mismo a pesar de que no había reflejos en la noche. Tan independiente como solitario caminaba sin rumbo frente a la única luz que se apreciaba en el cielo, la luna.

Aquella que estaba siempre dispuesta a hacerle compañía en sus noches, en sus tristezas y nostalgias. Cuando se encontraba apagado y vencido, la luz era el único camino a donde dirigirse, hacia donde ir.

Son estos los momentos donde pasan todos los recuerdos rápidamente por tu mente, pausando algunos, consiguiendo verlos claramente y otros tan veloces no alcanzando así a distinguirlos, esos recuerdos que hacen del caminar más lento y el recorrido más largo.

Todo se detiene, se transforma en un solo momento. La noche tan obscura y misteriosa, la luna tan brillante y hermosa y él, nada más que él.

El temple surge desde el interior y como abriendo camino muestra la desesperación, la furia interna. Vaciando todo el rencor, sacando el resentimiento y expulsándolo en un solo grito, un aullido.

Aquel aullido que hace atemorizar a todos por las noches.


1 comentario:

Bruno dijo...

Excelente nico...

me encantó ^^



faltó la aclaración que el lobo apunta al punto en la nada

xD